La inmologística, un factor determinante en las operaciones logísticas, debe dar respuesta a necesidades especiales que complican los proyectos. Eficiencia energética, seguridad y facilidad de movimiento de personas y mercancías son aspectos a considerar. Un elemento que está condicionando el diseño de las más modernas naves es la utilización de soluciones robóticas.
El auge que vive el comercio electrónico está generando una demanda creciente de espacios y edificaciones logísticas. Proyectos en los que la eficiencia energética, la sostenibilidad, aspectos relacionados con la seguridad y la facilidad de movimientos de empleados, mercancías y vehículos son aspectos que ineludiblemente deben ser considerados.
La incorporación de la robótica está empezando a condicionar el diseño de las naves logísticas. El empuje de las grandes plataformas logísticas está siendo superado por nodos, puntos logísticos más diseminados y especializados, y más cercanos a los puntos de entrega, las ciudades y sus periferias.
En la actualidad la rentabilidad de los bienes inmobiliarios dedicados a actividades logísticas es superior a la que ofrecen los locales destinados a su uso como viviendas o comercios.
Desde el punto de vista del diseño y construcción de las instalaciones logísticas, nuevos desarrollos tecnológicos y la generalización de nuevas formas de construir, como el BIM, están dando lugar a edificios más sostenibles, con un confort térmico y ergonómico inaudito. El resultado son construcciones más eficientes y rentables, al lograr ahorros económicos y mejoras laborales.
La posibilidad de que el mercado inmobiliario logístico sufra una burbuja queda atenuado por el papel que jugará el comercio electrónico, que continuará creciendo en nuestro país en los próximos años, una circunstancia que augura sucesivos ejercicios positivos.