El hormigón es uno de los materiales más utilizados en la construcción por su resistencia y durabilidad. Aún así las sobrecargas, condiciones climatológicas adversas y tensiones térmicas pueden producir grietas, poniendo en peligro la seguridad de la construcción.
El mantenimiento y reparación de estructuras de hormigón puede ser costoso, por eso se han creado diversos sistemas de hormigón autocurable, que sellan las grietas que pueden salir al cabo del tiempo, reparándose a sí mismo de diferentes formas:
- Bacterias: mezclando hormigón con lactato de calcio y una bacteria que fabrica la piedra caliza, formando así la calcita que sella las grietas.
- Curación autógena: gracias al cemento no hidratado que hay en la matriz, cuando entra en contacto con el agua puede sanar pequeñas grietas. Y añadiendo microfibras se cierran más fácilmente.
- Polímeros superabsorbentes: los SAP pueden llegar a absorber mucho líquido y conservarlo en la estructura sin disolverse, hinchándose cuando hay una grieta.
Estos son algunos de los sistemas que extienden la vida útil de las estructuras, siendo así más sostenibles y respetuosas con el medio ambiente.