Las empresas de la industria alimentaria deben cumplir con unos estándares de calidad muy exigentes, tanto por las condiciones de manipulación como para procesar los productos. Requiriendo de una higiene y desinfección minuciosas.
En este tipo de ambiente, controlar la calidad del aire en las zonas de producción es primordial, sobre todo en cuanto a la temperatura, la humedad y la concentración de partículas, pues se producen contaminantes que pueden causar un impacto ambiental negativo, y sobre todo pueden perjudicar la salud de los trabajadores.
Para garantizar esta buena calidad del aire interior es fundamental un proceso de filtrado del aire, con un análisis previo de los sistemas de ventilación y realizando un estudio de los riesgos de contaminación. Tras este estudio se determinarán las zonas de posible riesgo y la necesidad de pureza de cada espacio.
En el momento de controlar la temperatura, la humedad y la condensación de las instalaciones, una buena solución es hacer circular el aire con unos ventiladores de techo industriales HVLS. Comprobando siempre que las temperaturas sean estables, para conservar la calidad y seguridad del producto.
Manteniendo una correcta calidad del aire en la industria alimentaria nos aseguraremos unas condiciones de higiene y seguridad óptimas, mejorando las condiciones de trabajo y el bienestar de los empleados.