1. Diseño Biofílico
La conexión con la naturaleza se consolida como una prioridad en el diseño arquitectónico. Es importante incorporar la naturaleza en espacios interiores y exteriores, no solo para mejorar el bienestar físico y mental, sino también como una estrategia clave para combatir los efectos del cambio climático.
2. Microliving
El aumento demográfico redefine el concepto de vivienda. El «microliving» se presenta como una solución multifuncional, conectada con las necesidades diarias y fomentando un cambio de estilo de vida donde los espacios se adaptan a diversas actividades, desde trabajar hasta disfrutar del tiempo libre.
3. Sostenibilidad
Conscientes del impacto ambiental del sector de la construcción, hay una creciente necesidad de adoptar prácticas más sostenibles. El uso de materiales ecoamigables, el diseño energéticamente eficiente y la implementación de tecnologías verdes son fundamentales para reducir la huella de carbono.
4. Nuevas Tecnologías
La integración de tecnologías emergentes como la inteligencia artificial, la realidad virtual/aumentada y la fabricación en 3D está transformando la forma en que se conciben y construyen los edificios. Estas innovaciones brindan ventajas competitivas al generar proyectos más seguros, eficientes y sostenibles.
5. Rehabilitación y Reutilización
La renovación de edificios existentes sigue siendo una tendencia clave, alineada con los objetivos de sostenibilidad. La idea es dar vida a estructuras antiguas, conservando el patrimonio y reduciendo el desperdicio derivado de la demolición.
6. Tonos Vibrantes en Decoración
En el ámbito de la decoración e interiorismo, el 2024 promete tonos vivos y alegres que se mezclarán con los clásicos neutros. Verdes, azules, amarillos y rojos quemados se integrarán armoniosamente con tonos piedra, beiges y marrones, marcando una nueva era estética.