A la hora de iluminar una nave industrial se deben tener en cuenta numerosos factores para evitar que los gastos sean desmesurados o que la luz sea insuficiente, y el rendimiento de los trabajadores resulte pobre. La productividad en la industria aumenta un 13% con la luz adecuada y la tasa de accidentes se reduce un 11% en comparación con las instalaciones convencionales.
Luz solar
Las áreas industriales no suelen disponer de mucha luz solar porque hay pocos espacios que dejen filtrar este tipo de luz. Cuantas más ventanas y mayor tamaño tengan, mejor. También es importante mantener las ventanas limpias y sin objetos que las tapen, y utilizar un estor para regular la entrada de luz a determinadas horas del día.
Tecnología LED
El uso de tecnología LED puede ahorrar hasta un 80% de consumo energético en comparación con las lámparas incandescentes o las halógenas. Estas lámparas emiten su luz en un ángulo de 360º, mientras que las LED lo hacen en un ángulo determinado incrementando de forma notable su eficiencia.
Además, se necesitan menos luminarias LED para iluminar el mismo espacio, y soportan mejor la temperatura, la suciedad o los golpes. Tienen una vida útil más elevada, lo que reduce la necesidad de reemplazos y mantenimiento.
Mantenimiento
Aunque la tecnología LED dura más que otro tipo de tecnologías, para aprovecharla correctamente es necesario un mantenimiento adecuado evitando así desgastes innecesarios. En un espacio industrial, las lámparas o luminarias tienden a estropearse más que en otros escenarios, como en una vivienda, debido a que están encendidas más tiempo, al polvo y a las temperaturas.
Instalar sensores suponen un ahorro energético de un 35% en comparación con una conmutación manual y un 60% respecto a las campanas convencionales.