Utilización, Propiedades y Consejos para la Aplicación de Morteros de Cal

Publicado: martes, 14 noviembre, 2023


Los morteros de cal son una combinación de uno o más aglutinantes, en los que la cal es un componente constante, junto con áridos, agua, y ocasionalmente, se incorporan adiciones o aditivos. Estos morteros se usan tanto en proyectos de restauración como en construcciones nuevas.

Los usos de estos morteros son muy diversos, y entre sus aplicaciones principales se incluyen:

1. Revestimientos interiores y exteriores, enlucidos y revoques en:

  • Proyectos de restauración debido a su alta compatibilidad con sistemas tradicionales.
  • Construcción nueva para mejorar las condiciones de habitabilidad.

2. Reparación y construcción de muros y fachadas

3. Reforzamiento estructural y consolidación de elementos como muros de mampostería, pilares y bóvedas mediante inyección a baja presión.

Presenta variedad de acabados disponibles, que incluyen superficies lisas, fratasadas, bruñidas o raspadas. La aplicación puede realizarse tanto manualmente como mediante máquinas de proyección.

Además, desempeñan un papel importante en la reparación y relleno de juntas en muros de ladrillo y piedra natural, por mencionar algunas aplicaciones.

La caracterización de estos morteros depende del tipo específico utilizado, de si es Morteros puros de cal o Morteros mixtos de cal y cemento. 

Recomendaciones para la aplicación de estos morteros:

  • Utilizar el mortero dentro de los 30 minutos siguientes a su preparación.
  • Evitar la aplicación a temperaturas inferiores a 5ºC o superiores a 30ºC.
  • No aplicar en condiciones de riesgo de heladas, lluvias intensas o fuertes vientos. 
  • Humedecer abundantemente la superficie del muro antes de la aplicación.
  • Evitar aplicar sobre superficies revestidas con yeso o pintura.
  • No añadir agua al mortero después de que haya comenzado a endurecerse, y no reutilizar mezclas de mortero de aplicaciones anteriores.
  • En el caso de espesores superiores a 1,5 cm, se aconseja aplicar el producto en dos capas.
  • Asegurarse de que el mortero no sea más resistente que el sustrato sobre el cual se aplica.

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