En una nave industrial, el aislamiento térmico actúa como barrera para que no entre aire caliente en verano o salga en invierno, haciendo que el consumo de energía sea más eficiente, disminuyendo así el gasto de energía por calefacción y refrigeración.
Es una herramienta para obtener confort térmico, proporcionando a los empleados una sensación de bienestar, incrementado así la productividad.
Otro de los beneficios es la protección de los equipos, al mantener estables la temperatura y la humedad.
La mayor parte del calor se pierde a través de las cubiertas, por ello es importante aislarlas correctamente, junto con las fachadas. Para conseguirlo los materiales más utilizados son:
- Poliestireno extruido
- Fibra de vidrio
- Compuestos: los que combinan dos piezas de metal con el aislamiento interno.
- Falso techo: mediante una cámara de aire entre la cubierta y el falso techo.
En Duinsa presentamos aquellas soluciones más adecuadas en función de los requerimientos de cada proyecto, para lograr un buen aislamiento.