Mejorar la eficiencia energética en la construcción es fundamental, para alcanzar los acuerdos sobre sostenibilidad del Horizonte 2020.
El aislamiento térmico es muy importante para obtener una eficiencia energética óptima, consiguiendo que el usuario final ahorre en la climatización y reduzca las emisiones que generan los sistemas de calefacción y refrigeración.
Los poliuretanos son innovadores, sostenibles y muy versátiles, puesto que son muy eficientes y tienen numerosas aplicaciones en los sectores de la construcción y la industria.
El uso de poliuretano aporta muchos beneficios en las edificaciones:
- Refuerza las estructuras.
- Repara grietas y fisuras.
- Disminuye la necesidad de mantenimiento y rehabilitación.
- Es especialmente sostenible, ya que normalmente supera la vida útil de la propia edificación.
- Ahorra en los costes de las materias primas.
- Tiene una conductividad térmica muy baja.
- Reduce el gasto energético y las emisiones.
- Su ligereza, minimiza el peso en las cargas estructurales y facilita el transporte.
- Sencilla instalación.
- Sella e impermeabiliza.
- Obtiene las mayores cotas de aislamiento, con el menor espesor.
- No reduce el espacio habitable interior.
Las principales aplicaciones del poliuretano son: poliuretano proyectado, poliuretano inyectado, planchas de poliuretano y paneles sándwich de poliuretano.
Cada aplicación ofrece distintas propiedades y se utilizará según los objetivos de aislamiento que se quieran conseguir, y la solución constructiva en la que se vaya a emplear.
Por estos motivos, la instalación de sistemas de aislamiento de poliuretano es la solución más eficaz y económica para aislar térmicamente una edificación.